La Administración Cristina lo intenta todo: desde intentar destrozar la imagen pública de Alberto Nisman a procurar que mengue el tema hasta su desaparición de la agenda de masas. Hasta ahora, todo le ha resultado imposible.
2 meses sin Alberto Nisman y su muerte sospechosa, hasta truculenta, e investigada con deficiencias, sigue apuntando a la Administración Cristina. Obviamente que el cristinismo hizo todo lo necesario para permanecer en el centro del universo sospechoso.
La escena del crimen fue vulnerada, la vida privada del fiscal fue demonizada, las fotografías de su equipo telefónica celular fueron expuestas en las redes sociales, las imágenes de la noche del asesinato circulan por todos lados... pero el caso Nisman sigue apuntando hacia la Presidente de la Nación y su equipo de colaboradores cercanos: alguien debe conocer más de lo que se sabe, es la sospecha popular.
Acerca de cuestiones tan sensibles, algunos recortes dominicales.
Ignacio Ortelli en el diario Clarín:
"El sábado 21 de febrero, días antes que ardiera el Ministerio de Defensa, hubo otro incendio, aunque no trascendió públicamente. Ocurrió en Casa Rosada, en el subsuelo, contiguo al Salón de los Pintores y Pinturas Argentinas del Bicentenario y afectó al sistema digital de ingresos y egresos. Según diversas fuentes de Gobierno, por el siniestro, controlado a tiempo por los bomberos, se perdió buena parte del historial de personas que visitaron la casa.
(...) Nadie se anima a arriesgar que se trató de un incidente intencional. Aunque tampoco a descartarlo. Más en un momento en el que el Gobierno presiona para que la Sala I de la Cámara Federal penal porteña desestime la apelación del fiscal Germán Moldes y cierre la investigación, iniciada originalmente por una denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la Presidenta, el canciller Héctor Timerman y otros funcionarios, por presunto encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado a la AMIA.
¿Cuál es el vínculo entre los ingresos a Casa Rosada y la denuncia de Nisman? Entre sus fundamentos, el fiscal sostuvo que el dirigente K Luis D'Elía ofició de nexo entre el Gobierno e Irán. Y se apoyó, entre otras pruebas, en escuchas en las que el ex piquetero dialoga con Jorge Alejandro Khalil, considerado por Nisman como representante de Irán en la Argentina.
Precisamente, en una de las grabaciones, D'Elía llama a Khalil, le dice que está "en Casa de Gobierno" y que tiene "un mensaje urgente del Gobierno argentino para pasar allá, antes de mañana" y acuerdan un encuentro. La escucha es clave: corresponde al 25 de septiembre de 2013, día previo a que el canciller Héctor Timerman se reuniera en la Asamblea de la ONU con su par iraní, Javad Zarif Kohnsari. Cita en la que, según contó Timerman, Irán se comprometió "a cumplir con todo lo que acordó" al firmar el Memorándum. También, aunque luego se retractó y dijo no conocer la Casa Rosada, el líder de Quebracho, Fernando Esteche, otro de los apuntados en la denuncia de Nisman como integrante del plan de encubrimiento trazado por el Gobierno, admitió que "en jefatura de Gabinete" conoció a Ramón Allan Héctor Bogado, otro de los eslabones de la red señalada por Nisman. (...)".
0 comentarios
Publicar un comentario