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miércoles, 25 de marzo de 2015

Así es la policía de Tucumán


SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- Vecinos de la localidad de Colombres, ubicada a 20 kilómetros al este de esta capital, incendiaron la comisaría de la zona esta tarde durante una protesta para exigir más seguridad. También reclamaron que se esclarezca la violación de una adolescente de 13 años que permanece internada.

Según informó el diario La Gaceta, los manifestantes reaccionaron indignados debido a que el comisario se negó a recibirlos para escuchar sus reclamos y, además, dispuso que personal de Infantería realice un vallado humano para resguardar el edificio. La guardia policial no alcanzó para frenar a los ofuscados vecinos que, tras prenderle fuego a la comisaría, se llevaron los pocos elementos que se salvaron de las llamas. Durante los incidentes no se registraron heridos ni detenidos.

Los vecinos dijeron que la inseguridad en el pueblo es un problema que crece sin control ante la inacción de la Policía, a la que hicieron responsable de la violación de la menor, quien permanece internada en el Hospital de Niños de la capital.

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La adolescente fue violada el jueves a la siesta en el callejón de un barrio de la comuna de Colombres por un hombre que la atacó delante de sus primos, otra chica de 13 años y un pequeño de dos. Según relató al matutino local, la tía de la víctima y madre de los dos niños que fueron testigos del ataque, un hombre que circulaba en una moto los interceptó cuando volvían de la escuela y los obligó a ingresar al callejón. Allí, empuñando un arma de fuego, amenazó con matar al bebe de dos años si gritaban y violó a una de las adolescentes. Después escapó. La víctima fue atendida en el Centro de Atención Primaria (CAPS) de la zona y luego trasladada al hospital de Niños, donde se constató la violación, por lo que se decidió que la adolescente permanezca internada durante las próximas dos semanas.

La investigación está a cargo de la fiscal de Instrucción de la VI° Nominación, Adriana Reinoso Cuello, y hasta ahora no hay novedades acerca del agresor que, según la descripción de los testigos, sería un hombre mayor de 30 años, con barba, que vestía bermudas y una remera con la marca "A+". En una pierna tenía un tatuaje. "Era como una bolsa de dinero con un arma", describió la tía de la víctima.

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